¿Solo una tarjeta por usuario Qrobus? Es un negocio o un derecho la movilidad

Este jueves, acompañé a mi hija a tomar un camión en Avenida Constituyentes, a la altura de Jardines de la Hacienda. Ella iba a su universidad y yo a mi oficina en el norte de Querétaro. Al pasar la ruta C21, hicimos la parada y, como de costumbre, mi hija pasó dos veces su tarjeta para pagar ambos pasajes. La operadora del camión nos detuvo de inmediato, afirmando que eso no se podía hacer porque la tarjeta era de uso personal. Sorprendido, le comenté que siempre hacíamos lo mismo y pregunté por qué ahora no se podía. La operadora insistió en que la tarjeta era de uso personal. Le pedí una explicación y un trabajador de AMEQ, sentado en el primer asiento, repitió la misma respuesta sin ofrecer detalles. Les objeté que entendería la restricción si se tratara de una tarjeta de estudiante, que tiene beneficios y descuentos, pero esta era una tarjeta con tarifa estándar, y estábamos pagando el costo completo del pasaje. A pesar de mi explicación, se negaron a avanzar hasta que bajara de la unidad. Para evitar que mi hija llegara tarde, accedí a bajar, no sin antes decirles que presentaría una queja. Llamé al 442 211 7000, teléfono de Quejas y Denuncias de Qrobus. Después de exponer lo sucedido, la operadora insistió en que las tarjetas eran personales. Cuando pedí una explicación del porqué, no pudo darme una razón, solo dijo que así estaba establecido y que podía comprar una tarjeta en cualquier Oxxo. Caminar 300 metros hasta el Oxxo más cercano fue en vano, ya que allí se habían agotado las tarjetas. Tuve que caminar más de un kilómetro hasta el siguiente Oxxo, donde finalmente me vendieron una tarjeta por $38.00 más la recarga. Estos son los hechos. En mi opinión, estamos frente a otro gran negocio del gobierno en turno. La movilidad es un derecho. Desde 2019, la constitución mexicana establece que la movilidad es un derecho gracias a una reforma aprobada por la Cámara de Diputados. Los gobiernos están obligados a proporcionar subsidios para el uso del transporte. Entendiendo que no podrían cubrir el 100%, deberían subsidiar la mayor parte del costo, por eso existen tarifas especiales para estudiantes y adultos mayores. Pero, ¿y el costo de la tarjeta? Si multiplicamos el costo de la tarjeta por el número de usuarios, supera los 20 millones de pesos. Si además sumamos los usuarios que pagan tarifa completa todos los días, la cifra se eleva considerablemente. Y aun así, nos cobran por el plástico, el cual, si se rompe, se daña o se pierde, se tiene que renovar. Sin una explicación de AMEQ sobre por qué no se permite usar una tarjeta para más de un usuario, solo se puede concluir que se trata de hacer negocio a expensas de los usuarios. En una familia de cuatro o más personas, ¿cada uno debe tener su propia tarjeta? Parece una falta de sensibilidad cobrarle a una familia 150 pesos que tendrían que gastar en su primer viaje juntos en el camión, más las recargas, sumando mas de 200 pesos para un primer viaje en familia. Espero que el Sr. Cuanalo ofrezca una explicación adecuada de lo contrario, esto no dejará de verse como un abuso, y deja clara las razones por las cuales el gobierno en turno perdió tantos votantes en este 2024.