Protección o censura: el silencio en Querétaro ante el debate

¿Es extraño o normal que en Querétaro la prensa guarde silencio frente a un tema que a nivel nacional ha generado un intenso debate?

Me refiero al caso de Karla Estrella, la tuitera sonorense inscrita en el Listado de VPRG del INE, lo que desató un verdadero torbellino mediático en defensa de la libertad de expresión.Azucena Uresti, Joaquín López-Dóriga, Carmen Aristegui, Javier Solórzano, Milenio Noticias, El Universal y muchos otros medios y periodistas se pronunciaron en solidaridad con Karla Estrella.

Sin embargo, aquí en Querétaro —más allá de alguna mención aislada y fría— nadie levantó la voz. Nadie se sumó a esa causa. Nadie, salvo yo. Y no solo lo hice porque me identifique con ella por haber vivido una experiencia similar, sino porque desde el inicio he señalado lo mismo: que en mi caso y en el de Karla esto es un agravio directo a la libertad de expresión.

En mi propio caso, incluso el Magistrado Luis Espíndola, de la Sala Especializada, lo reconoció que era un daño a libertad de expresión y que se trata de un daño al debate público de las mujeres en la política, por qué antes de debatir se protegerán con esta Ley. Pero…¿Por qué entonces este mutismo local? ¿Miedo, indiferencia, cálculo político?

No es un hecho aislado. Héctor de Mauleón, brillante periodista de El Universal, enfrentó un intento similar. El sitio web Acapulco Trends recibió la misma sanción. Paco Cedeño, periodista de Morelos, también fue denunciado por VPRG. Es decir, estamos ante un patrón preocupante. Y en Querétaro… nada. Ni una señal de empatía, pese a que está en juego un derecho constitucional.

Aquí hay un punto delicado: muchos de estos casos involucran críticas hacia mujeres vinculadas a la 4T. Pero esta defensa no se trata de pegarle a morena, ni de convertir la lucha contra la violencia política en un arma selectiva. Si lo reducimos a eso, perdemos el foco: la verdadera lucha es por la libertad de expresión.Esa misma libertad que varios medios queretanos han utilizado para llamarme “el agresor del bienestar”, “violentador de mujeres”, “pseudo comunicador”, “pinche joto” e incluso “mal redactor”., esos medios son los primeros en estar calladitos ante está oleada contra su libertad de expresión, a mí, sus expresiones, no me ofenden; soy de piel gruesa. Una cosa es que lo digan, otra que lo crea. Y aunque a mí no me afecta, sí me preocupa que estemos normalizando el uso punitivo de las leyes para silenciar voces críticas.

Por eso, yo, Karla Estrella y todos los periodistas que hemos sido señalados bajo este esquema llevamos nuestros casos ante las comisiones de derechos humanos, nacionales e internacionales. Porque esto no es un asunto personal: es una defensa colectiva del derecho a expresarse y debatir sin miedo.

En Querétaro, algunos medios preferiran callar para no “meterse en problemas” o por temor a verse asociados con casos incómodos. Pero el silencio también es una decisión. Hoy callan por miedo, mañana podrían callarlos por la ley.

¿Qué prefieren: ser espectadores del silencio o protagonistas de la defensa de la libertad de expresión?

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